La población española se estanca


La población española registró durante el año 2010 el menor crecimiento en este siglo, un 0,4%. La cifra oficial de empadronados a 1 de enero de 2011 según lo aprobado el 17 de diciembre de ese año, se sitúa en 47.190.493 habitantes, según nos informa el diario ELPAIS. Una cifra producto de la disminución del ritmo de llegadas y el crecimiento de la emigración. El Instituto Nacional de Estadística prevé un descenso sotenible de la población para la próxima década en el que unas 580.000 personas saldrán del país este año.
El número de extranjeros se mantiene en 5,7 millones, en torno al 12,2% de la población total. Las nacionalidades con mayor presencia son la marroquí, rumana, británica, ecuatoriana y colombiana. En todos estos datos se deja sentir la crisis económica que sufrimos. Si al progresivo envejecimiento de la población se suma la disminución en la entrada de extranjeros, e incluso se une un repunte de la emigración de los propios españoles en busca de trabajo, nos podemos hacer una idea precisa de la perspectiva demográfica lo más actualizada posible.

1 comentario:

  1. Frente a los intensos movimientos migratorios que se produjeron hasta finales del siglo XX, hoy en día la crisis ha producido una disminución de la población por la escasez de empleo en España.
    Estamos en una situación complicada: al disminuir la demografía la población envejece y como consecuencia la población activa. Mirándolo de otro modo, esta es una crisis más de todas las que han sucedido a lo largo de la historia (hay que tener en cuenta que las ha habido peores como la de los años 20 en Estados Unidos y la superaron).
    Esperemos que la pirámide de población con el tiempo se equilibre porque si seguimos así se prevee que en el año 2025 el índice de población joven será muy reducido, con unos grupos muy potentes entre los 45 y 64 años, pero también con muchas personas en edad de jubilación (más de 65 años), lo que provocaría un importante coste para pagar las pensiones; además, no habrá mucha mano de obra, menos recaudación de impuestos y menos inversiones.

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