El día mundial del agua

El pasado día 22 de marzo fue el Día Mundial del Agua. En los países desarrollados se da por hecho la disponibilidad del agua, pero en otras regiones más atrasadas puede suponer que los niños y niñas puedan o no ir al colegio. En 2015 se ha cumplido uno de los llamados Objetivos del Milenio, por el cual un 24% más de población mundial tiene acceso a fuentes de agua seguras respecto al año 2000, cuyo porcentaje es un 89%. Un total de unos 2.400 millones de personas se han beneficiado de esta posibilidad. Unos 745 millones aún no tienen agua, y la mitad se encuentran en África. El Cólera, la hepatitis o la fiebre tifoidea son algunas de las enfermedades más frecuentes en este continente por el mal estado del agua.
La política del agua en España está determinada por la legislación comunitaria y la aplicación que se hace de ella. Un 70% del consumo lo realiza la agricultura, con puntos en las cuencas del Guadalquivir y Segura que alcanzan el 85% del total. No es de extrañar que las masas de aguas continentales en peor estado se repartan en las zona dichas, y en las cuencas del Guadiana, Guadalete, Barbate y Andalucía-Mediterráneo. La causa de ello es la contaminación difusa del regadío agrícola, derivada del uso de fertilizantes  y fitosanitarios. De esta manera, el 39,2% de las masas de agua españolas incumplen la normativa europea.


Los valores de nuestro país son altos: las masas superficiales que tienen un buen estado suponen el 43,4%; en situación moderada se encuentra el 29%, y pobre el 6,9%. Por otra parte, España es líder en reutilización de agua. Somos responsables de más de la mitad de los casi 950 millones de metros cúbicos de recursos hídricos recuperados al año en Europa. En consecuencia, por un lado hay que mantener las inversiones en las infraestructuras que permiten este récord, y por otro, el cuidado de la gente en evitar el derroche de un recurso imprescindible para la vida.

Novedades en el sector de la construcción

Entre 2001 y 2007 se produjo en España la llamada burbuja inmobiliaria, por la cual el sector de la construcción creció de manera desmesurada, especulativa, que estalló poco después de la crisis financiara internacional cuyo origen estuvo en EEUU. Llegó un momento que un subsector que representaba el 10,6% del PIB y daba trabajo a más de dos millones y medio de trabajadores, se vino abajo. El problema estuvo que arrastró a otros ámbitos de la industria por el efecto multiplicador que tenía en la producción de cemento, azulejos y baldosas, ladrillos, saneamiento, vidrio, aluminio, etc. De la misma manera, en los sectores metalúrgicos, químico, transporte, y en el de las actividades terciarias relacionadas con el mercado inmobiliario y operaciones financieras.
 
 
Numerosas empresas promotoras y de la construcción entraron en concurso de acreedores. La crisis económica afectó a los trabajadores de tal forma que no podían pagar las hipotecas. Los bancos se llenaron de créditos impagados y de suelo cuyo valor era cero. Dejaron de financiar la economía doméstica. El Estado tuvo que salir al rescate de las entidades bancarias, frenándose la inversión en las grandes obras públicas que se estaban realizando hasta ese momento. Todavía estamos sufriendo las consecuencias del hundimiento de la construcción, especialmente en lo que respecta al empleo.
 
 
Sin embargo, se ha sabido este mes, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, que por primera vez en seis años, se recogía una subida anual de precios en la vivienda, del orden del 1,8% en 2014. Una subida en todas las comunidades salvo Extremadura, Navarra y Asturias. Parece ser que la inversión residencial creció un 2,1% en el último trimestre del año pasado debido a que el ahorrador  vuelve a invertir en vivienda para buscar una rentabilidad a sus depositos. El mayor tirón se encuentra en la vivienda de segunda mano, dos tercios de todas las transacciones, a causa de una caída de los precios del 40% acumulada durante toda la crisis.

Cartas desde el frente

El relato histórico sería incompleto si atendiésemos sólo a los grades personajes y a los acontecimientos relevantes. Los historiadores del siglo XX se han interesado cada vez más por los testimonios de todo tipo: cartas, diarios, memorias, testamentos, de aquellos que les protagonizaron. Podemos comprender mejor el pasado no tan lejano, pues a veces ni siquiera supera los cien años de distancia,  de lo que verdaderamente sucedió. El alcance real de los sucesos en la población que los estaba protagonizando. Estos documentos constituyen, por tanto, unas fuentes de primera mano para reconstruir cualquier tiempo transcurrido.


Para el aprendizaje de la historia del siglo XX estamos acostumbrados a la utilización del cine, la fotografía, y la literatura, a parte de las fuentes tradicionales. Ultimamente, se están empleando los documentos escritos de aquellos que estuvieron muy cerca de los hechos, como los soldados o la población civil que sufrió la Gran Guerra. Por otra parte, están publicándose o abriendo los archivos de aquellos testimonios. De esta manera, hemos querido realizar una actividad en la cual los alumnos escribiesen una carta desde el campo de batalla, siguiendo el ejemplo que otros docentes han puesto en práctica.

Los resultados han sido muy positivos, porque los alumnos se han puesto, después de leer algunos documentos originales e informarse de su circunstancia, en el papel de aquella población que padeció la violencia de la guerra. En la siguiente publicación online van algunas de sus aportaciones:

Visita al Museo Reina Sofía

El pasado viernes día 27 de febrero un grupo de alumnos de 4º visitamos el Museo Centro de Arte Reina Sofía para realizar la actividad, La guerra: arte y conflicto, que consiste en un recorrido comentado por la salas del Guernica y su entorno. Cumplía tres objetivos: entrar en contacto con el arte de vanguardia de comienzos del siglo XX, tratado dentro del aula; introducirnos a un periodo dramático de la Historia de España que estudiaremos este curso, viendo la relación entre el arte y la sociedad; y conocer uno de los museos más importantes de España.